Publicado el: 2025-11-10
En octubre de 2025, la Oficina Nacional de Estadística (NBS) informó que la variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC) fue de +0,2 % mientras que el IPC China se torna positivo, lo que marcó el segundo mes consecutivo de inflación positiva moderada después de un período de deflación.
En términos intermensuales, el IPC también aumentó aproximadamente un +0,1 %, lo que indica una recuperación muy modesta de las presiones sobre los precios al consumidor al entrar en el último trimestre del año.
Esta modesta inflación se debe a varios factores:
Se observa un repunte en los componentes de precios del sector servicios y relacionados con la vivienda, que son menos volátiles y reflejan las presiones de los costos internos.
Esto se ve compensado por la continua suavidad de los precios de los alimentos, en particular de los productos frescos y la carne de cerdo, lo que mantiene la inflación general controlada.
La mejora del IPC sugiere cierta estabilización en la confianza del consumidor, aunque la magnitud sigue siendo pequeña y la recuperación subyacente de la demanda parece frágil.

El índice de precios al productor (IPP) registró una caída interanual del -2,1 % en octubre, según la cobertura de Reuters de los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Esto se compara favorablemente con una caída mayor del −2,3 % en septiembre y, por lo tanto, indica que las presiones deflacionarias a la salida de las fábricas están comenzando a disminuir.
Los factores clave para esta moderación incluyen:
La estabilización de los precios mundiales de las materias primas y la energía reduce la presión a la baja sobre los costes de los insumos.
Se han observado algunas mejoras en materiales industriales como el acero y los productos químicos.
No obstante, persisten problemas: el exceso de capacidad en las industrias pesadas, la débil demanda en la construcción y el escaso dinamismo exportador siguen lastrando los precios de fábrica.

La inflación subyacente, que excluye los segmentos más volátiles de alimentos y energía, aumentó a aproximadamente +1,2 % interanual en octubre, alcanzando un máximo de alrededor de 20 meses.
El dato más sólido refleja el aumento de los costos de los servicios de salud, los servicios domésticos y el ocio, lo que ayuda a demostrar que la demanda interna subyacente no se mantiene estable. Al mismo tiempo, la fuerte caída de los precios de los alimentos frescos (por ejemplo, un descenso del 2,9 %) atenúa el dato general de la inflación.
Por lo tanto, la divergencia entre el IPC general (0,2 %) y la inflación subyacente (1,2 %) subraya que, si bien la inflación de los bienes de consumo es débil, la inflación de los servicios y de los productos no alimentarios está ganando terreno.
Los datos del IPP de octubre muestran un panorama heterogéneo entre los distintos sectores. Puntos clave:
La industria pesada sigue bajo presión en los precios debido al exceso de capacidad, especialmente en la siderurgia y la minería del carbón.
Las industrias con alto consumo energético están experimentando descensos menores, gracias a la mayor estabilidad de los mercados mundiales del petróleo y de las materias primas.
La fabricación de tecnología, incluyendo áreas como la producción de baterías y componentes para automóviles, está comenzando a experimentar modestas mejoras en los precios, impulsadas por los pedidos de exportación y la racionalización de la capacidad productiva.
Aunque el índice general de precios al productor (IPP) sigue siendo negativo, la menor tasa de descenso señala los primeros indicios de recuperación en ciertos segmentos industriales.

Las cifras de octubre superaron ligeramente las expectativas del mercado: los economistas habían pronosticado un IPC prácticamente plano y un descenso algo mayor del IPP. El resultado real (IPC +0,2 %, IPP −2,1 %) indica, por lo tanto, una mejora gradual en la estabilidad de precios interna.
Para el Banco Popular de China (PBOC), la combinación de una baja inflación general y una inflación subyacente en fortalecimiento ofrece cierta flexibilidad en materia de política monetaria. Es probable que los responsables de la política monetaria prefieran mantener una postura acomodaticia en lugar de emprender recortes agresivos de las tasas de interés, dadas las vulnerabilidades estructurales de la economía y los posibles riesgos para la estabilidad financiera.
En resumen: los datos sugieren que hay margen para el apoyo, pero poca urgencia para un cambio drástico de política.
El modesto aumento del IPC sugiere una presión inflacionista limitada sobre los hogares, preservando así el poder adquisitivo. Al mismo tiempo, refleja una recuperación de la demanda débil, más que un repunte robusto del consumo.
La moderación de la deflación del IPP alivia en cierta medida la presión sobre los márgenes de los fabricantes, especialmente de aquellos en sectores con alto consumo de energía o materias primas. Sin embargo, el hecho de que los precios al productor sigan siendo negativos implica que la rentabilidad continúa limitada y las decisiones de inversión siguen siendo cautelosas.
La divergencia entre la estabilización de precios por el lado del consumidor y la debilidad por el lado del productor indica una recuperación frágil. La demanda interna sigue siendo irregular, la inversión industrial es débil y el sector inmobiliario continúa lastrando el crecimiento. Estos factores, en conjunto, ralentizan el ritmo de la recuperación.
Mirando hacia el futuro:
La mayoría de los analistas esperan que el IPC se mantenga en el rango de +0,2% a +0,5% en los próximos meses, respaldado por una recuperación gradual del consumo y presiones inflacionistas moderadas.
Se prevé que la deflación del IPP se reduzca aún más, siempre que la demanda de materias primas se estabilice y las políticas de reducción de capacidad impulsadas por el gobierno tengan un mayor efecto.
Los principales riesgos para esta perspectiva incluyen:
Una nueva desaceleración del comercio mundial o de la demanda de exportaciones afectaría a los precios al productor.
Un repunte menor al esperado en el sector inmobiliario, que sigue siendo un motor esencial de la demanda industrial en China.
La volatilidad en los mercados mundiales de energía y materias primas —las fuertes caídas podrían volver a alimentar las presiones deflacionarias—.
Errores en las políticas: si el estímulo monetario/fiscal es demasiado débil, la recuperación podría estancarse; si es demasiado fuerte, podría inflar burbujas de activos o estimular la inflación en áreas no deseadas.
| Indicador | Variación interanual | Variación intermensual | Comparación interanual anterior | Notas |
|---|---|---|---|---|
| IPC general | +0,2 % | +0,1 % | ~0,0 % | Impulsado por los precios de los servicios y la vivienda |
| IPC subyacente (excluidos alimentos y energía) | ~+1,2 % | — | ~+1,0 % | Señal de presiones subyacentes sobre los precios internos |
| Titular PPI | −2,1 % | −0,1 % (aprox.) | −2,3 % | Reducción de la deflación industrial |
A1. El IPC aumentó un 0,2 % interanual, mientras que el IPP disminuyó un 2,1 %. Ambos resultados superaron ligeramente las expectativas del mercado y apuntan a una mejora gradual en la dinámica de la inflación.
A2. El IPP mide las variaciones de precios a nivel de productor y sigue bajo presión debido al exceso de capacidad, la débil demanda de exportaciones y la escasa actividad de la construcción. En cambio, los precios al consumidor, especialmente en servicios y vivienda, son más estables y están determinados por las presiones de los costos internos.
A3. La moderada inflación general permite al Banco Popular de China mantener una postura acomodaticia. Al mismo tiempo, la mayor inflación subyacente reduce la urgencia de recortes de tipos de interés amplios y agresivos, y respalda un enfoque de política monetaria prudente y equilibrado.
A4. Los datos sugieren que los riesgos de deflación se están atenuando en China, lo que podría mejorar el ánimo en los mercados bursátiles y de materias primas asiáticos. Es probable que los inversores se centren en la orientación política, la producción industrial, los datos de exportación y la evolución del sector inmobiliario en los próximos meses.
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