Publicado el: 2025-11-07
La bolsa de Nueva York cerró con pérdidas en todos sus frentes. Los índices de Estados Unidos sufrieron una jornada negativa marcada por la preocupación de los inversores ante señales de enfriamiento económico y un discurso más cauteloso por parte de la Reserva Federal.
El S&P 500, el Dow Jones, el Nasdaq Composite y el Russell 2000 retrocedieron de forma simultánea, reflejando un clima de mayor tensión en los mercados. Las ventas se extendieron desde las grandes tecnológicas hasta las empresas industriales, en una sesión que dejó poco espacio para los optimistas.

El S&P 500, el índice más seguido dentro de los índices de Estados Unidos, terminó con una baja cercana al 1.1 %. El retroceso interrumpe una racha de ganancias sostenidas y refleja el cambio de tono entre los inversionistas, que ahora priorizan la prudencia.
Las caídas más fuertes se registraron en los sectores de tecnología y consumo, tradicionalmente sensibles a las variaciones en las tasas de interés. Las acciones de empresas como Meta, Amazon y Alphabet cedieron terreno, afectadas por el temor a un entorno de crédito más restrictivo.

El Dow Jones Industrial Average retrocedió alrededor de un 0.8 %, afectado por la debilidad de compañías ligadas al ciclo económico, como Caterpillar, Boeing y Goldman Sachs. Aunque la baja fue más moderada que la del S&P, el movimiento reafirma la idea de que el mal ánimo se extendió por todo el mercado.

El Nasdaq Composite fue el más castigado entre los índices de Estados Unidos, con una caída de cerca del 1.9 %. Las acciones tecnológicas, que habían liderado el repunte bursátil de los últimos meses, se vieron presionadas por los temores a un menor crecimiento de beneficios.
Las ventas se concentraron en los grandes nombres del sector: Apple perdió más del 2 %, Nvidia cayó cerca del 3 % y Tesla retrocedió otro 2 %. La corrección en las tecnológicas arrastró al resto del mercado y marcó el tono pesimista de la jornada.

El Russell 2000, que agrupa a compañías de menor capitalización, bajó alrededor del 1.8 %. La caída del índice, considerado un termómetro de la economía real, muestra que la debilidad no se limita a las grandes corporaciones.
Las empresas más expuestas al consumo interno o a las tasas de interés elevadas fueron las más golpeadas. Para algunos analistas, esta tendencia anticipa un cierre de año con menor apetito por el riesgo y más volatilidad en los índices de Estados Unidos.
Detrás de las caídas se combinan varios elementos. Por un lado, los últimos informes económicos muestran un mercado laboral que empieza a enfriarse y un consumo que pierde ritmo. Por otro, la Reserva Federal mantiene un discurso firme sobre la necesidad de controlar la inflación, lo que alimenta las expectativas de tasas altas por más tiempo.
A eso se suman las tensiones geopolíticas y la incertidumbre sobre la demanda global, que han impulsado a muchos fondos a rotar sus carteras hacia bonos del Tesoro y activos defensivos.
La caída de los índices de Estados Unidos tuvo eco en las bolsas europeas y asiáticas, que cerraron con ligeras pérdidas. En el mercado de bonos, los rendimientos del Tesoro a 10 años subieron levemente, mientras el dólar se fortaleció frente al euro y al yen, una señal de búsqueda de refugio.
El oro, por su parte, logró mantenerse estable, reflejando la indecisión de los inversores entre seguridad y rentabilidad.
Los traders ya tienen los ojos puestos en los próximos reportes de inflación y en nuevas declaraciones de la Reserva Federal. Si los datos confirman una desaceleración sin señales de recesión, los índices de Estados Unidos podrían recuperar algo de terreno.
Sin embargo, si las cifras muestran que la economía se enfría más rápido de lo esperado, las ventas podrían continuar. Los analistas coinciden en que noviembre podría ser un mes de alta volatilidad.
La jornada de hoy dejó una señal clara: el optimismo se ha enfriado. Los índices de Estados Unidos cerraron con pérdidas amplias —el S&P 500 bajó 1.1 %, el Dow Jones 0.8 %, el Nasdaq Composite 1.9 % y el Russell 2000 1.8 %—, en medio de un mercado que busca estabilidad antes de tomar nuevas posiciones.
El sentimiento general es de precaución. Wall Street, que venía de semanas sólidas, enfrenta ahora un periodo donde la paciencia y la lectura fría de los datos económicos serán claves para definir el rumbo de los próximos meses.
Aviso legal: Este material tiene fines meramente informativos y no pretende ser (ni debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión ni de ningún otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor sobre la idoneidad de una inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular para una persona específica.