Publicado el: 2025-10-31
 
              
              
              Algunas monedas se mueven como ríos tranquilos, predecibles y serenos, mientras que otras fluyen como rápidos, llenas de energía y riesgo. El primer grupo incluye las principales monedas del mundo: el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y otras que dominan el comercio global. El segundo grupo, las monedas emergentes, representa a las naciones de rápido crecimiento que aún buscan su lugar en el escenario mundial. Ambos grupos desempeñan un papel fundamental en la configuración del flujo de dinero a través de las fronteras, pero sus diferencias van más allá de la geografía o la popularidad.
Para comprender correctamente el mercado de divisas, los traders deben saber qué distingue a una moneda principal de una emergente. Estas diferencias afectan la liquidez, la volatilidad, las estrategias de negociación e incluso la forma en que los inversores globales gestionan el riesgo. Analicemos cómo se comporta cada una, por qué son importantes estas diferencias y qué revelan los ejemplos reales sobre los mercados actuales.

Una moneda importante pertenece a una economía estable y desarrollada, con mercados financieros sólidos y una sólida base de confianza global. Son altamente líquidas, lo que significa que se pueden negociar en grandes volúmenes sin que sus precios varíen significativamente. Según el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el dólar estadounidense está presente en casi el 88 % de todas las transacciones de divisas, lo que la convierte en la moneda dominante. El euro, el yen japonés y la libra esterlina le siguen de cerca.
Otros ejemplos de divisas importantes son el dólar australiano (AUD), el dólar canadiense (CAD) y el franco suizo (CHF). Estas divisas cuentan con el respaldo de instituciones sólidas, bancos centrales transparentes y una política monetaria consistente. Por ello, suelen presentar diferenciales de compra-venta ajustados, rangos de valor estables y reacciones predecibles ante las noticias internacionales.
En resumen, las principales divisas constituyen la columna vertebral del comercio mundial. A menudo, los bancos centrales las utilizan como reservas y sirven como referencia para la fijación de precios de materias primas como el petróleo y el oro.
Las monedas emergentes provienen de economías en desarrollo o de rápido crecimiento que aún están consolidando su credibilidad en los mercados globales. Algunos ejemplos son el real brasileño (BRL), la lira turca (TRY), el rand sudafricano (ZAR) y la rupia indonesia (IDR). Estas monedas tienden a ser más volátiles, lo que refleja los riesgos políticos, económicos y estructurales de sus países de origen.
Las monedas emergentes pueden experimentar fuertes fluctuaciones en cortos periodos de tiempo. Por ejemplo, la lira turca perdió más del 40% de su valor frente al dólar estadounidense entre 2021 y 2024, principalmente debido a políticas de tipos de interés poco ortodoxas y una inflación superior al 50%. En contraste, la rupia indonesia se fortaleció más del 6% a principios de 2025, impulsada por sólidas exportaciones y un aumento en la demanda mundial de materias primas.
A pesar de su imprevisibilidad, las monedas emergentes atraen a inversores que buscan mayores rentabilidades. Sus economías suelen presentar tasas de crecimiento más rápidas, tipos de interés más elevados y bases industriales en expansión que pueden ofrecer oportunidades a largo plazo.
Las principales divisas dominan la liquidez global. Se pueden comprar o vender instantáneamente sin un impacto significativo en el precio. Sin embargo, las divisas emergentes se negocian con menor frecuencia, lo que genera diferenciales más amplios y precios menos predecibles.
Las principales monedas cuentan con el respaldo de economías diversificadas y una gobernanza sólida. Las monedas emergentes suelen depender de sectores específicos, como las materias primas o el turismo, lo que las hace más vulnerables a las fluctuaciones del mercado.
Los mercados emergentes suelen ofrecer tipos de interés más altos para atraer inversión extranjera y combatir la inflación. En 2025, el tipo Selic de Brasil se mantiene por encima del 10%, mientras que el tipo de referencia de la Reserva Federal de EE. UU. ronda el 4,5%. Los tipos más altos atraen a los traders que utilizan estrategias de carry trade, tomando prestado en monedas de bajo rendimiento como el yen e invirtiendo en monedas de alto rendimiento como el real.
Las principales economías cuentan con regulaciones consistentes y bancos centrales independientes. Los mercados emergentes pueden experimentar cambios repentinos en sus políticas o inestabilidad política que afectan el valor de su moneda.
Las monedas emergentes pueden ofrecer mayores rendimientos cuando sus economías se expanden. Por ejemplo, el peso mexicano se apreció casi un 9% en lo que va del año 2025, beneficiándose de las tendencias de relocalización de la producción y las inversiones en el sector manufacturero.
Los inversores utilizan una combinación de ambos tipos de divisas para equilibrar la estabilidad y las oportunidades. Por ejemplo, un trader podría mantener EUR/USD para mayor consistencia y añadir USD/ZAR para protegerse de la volatilidad.
Esta estrategia consiste en tomar prestado en una moneda principal de bajo rendimiento, como el yen japonés, para invertir en una moneda emergente de alto rendimiento, como el peso mexicano. Si la diferencia de tipos de interés se mantiene estable, los traders obtienen una ganancia por dicha diferencia.
Las empresas e inversores con presencia en mercados emergentes suelen cubrirse ante los riesgos cambiarios. Por ejemplo, un fabricante británico con operaciones en Indonesia podría utilizar contratos de divisas para proteger sus beneficios de las fluctuaciones del IDR.
El peso mexicano ha sido una de las monedas emergentes más fuertes entre 2024 y 2025, impulsado por un sólido comercio con Estados Unidos y las ventajas de la relocalización de capitales. Su estabilidad lo ha convertido en una de las monedas favoritas en las carteras de inversión en mercados emergentes.
El yen sigue siendo un pilar fundamental de las finanzas globales, conocido por sus bajos rendimientos y su atractivo como activo refugio. En 2025, muchos traders continuarán financiando operaciones de carry trade con préstamos en yenes para invertir en activos emergentes de mayor rendimiento.
El yuan chino se sitúa entre ambas categorías. Si bien pertenece a la segunda economía más grande del mundo, sus controles de capital y su convertibilidad parcial le impiden ser una moneda principal de libre flotación.
Potencialmente, mayores rendimientos durante las expansiones económicas.
Diferenciales de rendimiento atractivos para el carry trade.
Acceso a economías de rápido crecimiento y nuevas tendencias de inversión.
Una menor liquidez conlleva mayores costes de transacción.
Mayor sensibilidad a las crisis políticas y a la presión de la deuda externa.
Instrumentos de cobertura limitados en comparación con las principales divisas.

Sí. Experimentan fluctuaciones más pronunciadas debido a factores económicos y políticos. Sin embargo, un mayor riesgo también puede significar una mayor recompensa durante los ciclos favorables.
Algunos ejemplos comunes son USD/BRL, EUR/TRY y GBP/ZAR. Estos pares son populares entre los traders que buscan volatilidad.
Sí. A medida que las economías crecen y se estabilizan, sus monedas pueden adquirir mayor relevancia. El yuan chino es el mejor ejemplo, ya que actualmente forma parte de la cesta de Derechos Especiales de Giro del FMI.
Las divisas principales y emergentes son las dos caras de la misma moneda en el mercado global de divisas. Las divisas principales aportan estructura, liquidez y confianza, mientras que las emergentes inyectan dinamismo y crecimiento. Los traders expertos combinan ambas: recurren a las principales para obtener estabilidad y exploran los mercados emergentes en busca de oportunidades. El equilibrio entre ambas refleja el equilibrio más amplio de la economía global: estable en su núcleo, pero en constante cambio en sus márgenes.
Par de divisas: La cotización del valor de una divisa frente a otra.
Liquidez: La facilidad para comprar o vender un activo sin afectar su precio.
Carry Trade: Una estrategia que obtiene beneficios de las diferencias en los tipos de interés entre divisas.
Volatilidad: El grado de fluctuación de los precios a lo largo del tiempo.
Aviso legal: Este material tiene fines meramente informativos y no pretende ser (ni debe considerarse como) asesoramiento financiero, de inversión o de otro tipo en el que deba depositarse confianza. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC ni del autor de que alguna inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular sea adecuada para alguna persona específica.