Compare los fondos indexados y los ETF en términos de costos, negociación y eficiencia fiscal para decidir qué opción se adapta mejor a su estilo de inversión y sus objetivos a largo plazo.
A la hora de construir una cartera de inversión sólida, los fondos indexados y los ETF son dos de las opciones más populares hoy en día. A primera vista, pueden parecer bastante similares: ambos están diseñados para replicar el rendimiento de un índice de mercado, suelen ser económicos y ofrecen diversificación en un solo producto. Pero si profundiza un poco más, encontrará algunas diferencias notables que pueden influir en cuál se adapta mejor a sus objetivos.
¿Qué son los fondos indexados y los ETF?
Los fondos indexados son un tipo de fondo mutuo que busca replicar el desempeño de un índice de mercado en particular, como el FTSE 100 o el S&P 500. En lugar de intentar superar al mercado, intenta igualarlo, lo que lo convierte en una opción popular para los traders pasivos.
Los ETF, o fondos cotizados en bolsa, funciona de forma similar; también busca replicar el rendimiento de un índice. Sin embargo, la diferencia clave radica en que los ETF se negocian en bolsas de valores, al igual que las acciones individuales. Esto significa que se pueden comprar y vender a lo largo de la jornada bursátil, y sus precios fluctúan como cualquier otro activo cotizado.
Si bien ambos son vehículos de inversión pasiva que siguen un índice, uno es más tradicional (fondos indexados) y el otro combina las características de un fondo con la flexibilidad comercial de una acción (ETF).
Cómo operan
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Con los fondos indexados, normalmente se compran participaciones directamente al proveedor del fondo al final de la jornada bursátil. El precio que se paga se basa en el valor liquidativo (VAN) del fondo, calculado tras el cierre del mercado.
Por otro lado, con los ETF, se negocian en las bolsas durante el horario de mercado. Sus precios varían a lo largo del día en función de la oferta y la demanda. Se pueden usar órdenes limitadas, establecer stop loss e incluso comprar con margen; características comunes a las acciones, pero no a los fondos mutuos.
En la práctica, esto significa que los ETF le brindan más control sobre sus puntos de entrada y salida, mientras que los fondos indexados son más fáciles de configurar y olvidar, ideales para quienes prefieren un enfoque de no intervención.
Liquidez y flexibilidad comercial
Si busca flexibilidad, los ETF son la mejor opción. Al cotizar como acciones, puede comprarlos o venderlos cuando el mercado esté abierto. Esto es especialmente útil si intenta reaccionar rápidamente a los cambios del mercado o realizar cambios estratégicos en su cartera.
Los fondos indexados, en cambio, no ofrecen la misma liquidez. Se realiza la orden durante el día, pero la transacción se ejecuta al valor liquidativo de cierre del fondo. Esto puede no ser relevante si se invierte a largo plazo, pero puede resultar frustrante si se desea un acceso más rápido a su dinero o fijar un precio de inmediato.
También vale la pena señalar: los ETF pueden ofrecer spreads más ajustados y mayor transparencia de precios durante el horario de negociación, lo que es una ventaja para los traders más activos.
Estructuras de costos
Ambas las dos opciones son conocidos por su rentabilidad en comparación con los fondos de gestión activa. Esto se debe a que no requieren un equipo de analistas o gestores que intenten superar al mercado; simplemente lo siguen.
Sin embargo, los ETF suelen tener una ligera ventaja en cuanto a comisiones recurrentes. Sus ratios de gastos tienden a ser más bajos, en parte debido a precios más competitivos y estructuras eficientes. Dicho esto, pueden conllevar costes de transacción, como comisiones de corretaje o diferenciales, especialmente si se opera con frecuencia.
En comparación, los fondos indexados no suelen requerir una cuenta de trading y pueden abrirse directamente con el proveedor, a veces sin ningún coste de operación. Por lo tanto, aunque las comisiones anuales puedan ser un poco más altas, puede ahorrar en gastos iniciales, sobre todo si invierte regularmente a través de un plan automático.
Implicaciones fiscales
Los impuestos pueden ser un detalle un tanto oculto en la conversación sobre fondos indexados y ETFs, pero son importantes. En muchas regiones, incluido el Reino Unido, las normas sobre impuestos a las ganancias de capital y a los dividendos se aplican a ambos. Sin embargo, la estructura de los ETFs puede hacerlos ligeramente más eficientes fiscalmente, especialmente en mercados como el estadounidense, donde los reembolsos en especie ayudan a minimizar los eventos imponibles dentro del fondo.
En el Reino Unido, sin embargo, la brecha de eficiencia fiscal es menor. Ambas las dos opciones están sujetos al mismo tratamiento fiscal, a menos que se mantengan en una estructura fiscalmente eficiente, como una ISA o una SIPP. Si invierte en estas cuentas, la cuestión fiscal se vuelve prácticamente irrelevante; pero si no es así, conviene comprobar cómo gestiona su proveedor las plusvalías y las distribuciones.
Reflexiones finales
En definitiva, elegir entre los fondos indexados y los ETF depende de tus prioridades. Si buscas simplicidad, planes de inversión automáticos y no te importa esperar hasta el final del día para operar, un fondo indexado podría ser la mejor opción. Pero si prefieres flexibilidad, comisiones más bajas y operar en tiempo real, un ETF podría ser la mejor opción.
Ambas son herramientas eficaces para generar riqueza a largo plazo, especialmente para principiantes. ¿La buena noticia? No es necesario elegir una u otra: muchos traders las utilizan para equilibrar sus estrategias y alcanzar diferentes objetivos financieros. Lo más importante es comprender cómo funcionan y cómo encajan en tu plan de inversión general.
Aspecto | Fondos indexados | ETF |
Comercio | Una vez al día en NAV | Durante todo el día |
Inversión mínima | A menudo requerido | Generalmente más bajo |
Honorarios | Bajo | A menudo más bajo, puede incluir comisiones. |
Liquidez | Menos líquido | Altamente líquido |
Precios | Arreglado al final del día | Fluctúa como las acciones |
Inversión automática | Comúnmente disponible | Extraño |
Eficiencia fiscal | Menos eficiente | Más eficiente |
Acceso | A través de proveedores de fondos | A través de corretaje |
Mejor para | Inversión pasiva a largo plazo | Gestión flexible y activa |
Estructura | Fondo mutuo | Fondo cotizado en bolsa |
Aviso legal: Este material tiene fines meramente informativos y no pretende ser (ni debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión ni de ningún otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor sobre la idoneidad de una inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular para una persona específica.
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