Publicado el: 2025-10-30 Actualizado el: 2025-10-31
 
              
              
              El peso colombiano (COP) ha experimentado una notable debilidad en 2025, lo que ha generado frustración entre muchos inversionistas y residentes locales en medio de la complejidad económica. Si bien el peso registró periodos esporádicos de fortaleza a principios de año, la tendencia general se ha inclinado hacia la depreciación frente al dólar estadounidense (USDCOP).
La debilidad del peso en 2025 se debe a una combinación de factores, entre ellos el aumento de la inflación, la política restrictiva del banco central, la presión fiscal, los problemas de deuda, la volatilidad de los ingresos petroleros, un déficit creciente en cuenta corriente, la sensibilidad de los flujos de capital y la continua incertidumbre política bajo la administración del presidente Petro.
Este artículo analiza las últimas estadísticas y opiniones de expertos a octubre de 2025 para explicar por qué el peso colombiano continúa encontrando dificultades y qué implicaciones tiene esto para la economía del país en el futuro.

A finales de octubre de 2025, el tipo de cambio USDCOP está en el rango de aproximadamente 3.800–3.900, después de un período de volatilidad a principios de año que elevó los picos intradía por encima de 4.300 en ocasiones.
A lo largo de 2025, el peso ha sufrido ventas masivas puntuales a medida que los mercados incorporaban riesgos fiscales y políticos, fluctuaciones en los precios de las materias primas y cambios en el apetito por el riesgo global. La inflación se mantiene por encima del objetivo del Banco Central del 3%, ya que el IPC general en septiembre de 2025 se situó cerca del 5,18% interanual, lo que mantiene las presiones sobre los tipos de interés reales y dificulta la flexibilización de la política monetaria.
Al mismo tiempo, el Banco de la República (BanRep) ha mantenido la tasa de política monetaria en 9,25% (una cifra elevada para los estándares históricos colombianos) para combatir la inflación persistente. Estas altas tasas nominales tienen un impacto en los costos de endeudamiento locales y la demanda interna.
Las reservas internacionales de Colombia se han mantenido estables o en aumento recientemente, situándose en torno a los 65.800 millones de dólares en septiembre de 2025, lo que otorga al banco central cierto margen de maniobra para intervenir si fuera necesario.

Colombia se enfrenta a un importante desafío de ajuste fiscal en 2025. En octubre, el gobierno ejecutó el mayor canje de deuda interna de su historia, intercambiando alrededor de 43,4 billones de pesos (unos 11.200 millones de dólares) en títulos para suavizar los vencimientos y reducir los costos de los intereses.
Si bien esta medida pone de relieve una gestión proactiva de la deuda, también señala una creciente presión fiscal. Los mercados han interpretado estas operaciones a gran escala como un indicio de dificultades presupuestarias.
Esa percepción aumenta las primas de riesgo soberano y puede debilitar el peso si los inversores extranjeros comienzan a reducir sus tenencias de bonos nacionales.
Por qué es importante para el peso
Cuando los gobiernos dependen de canjes de deuda o de la reestructuración de su cartera en lugar de fortalecer sus saldos primarios o asegurar una financiación externa sostenible, la confianza de los inversores tiende a erosionarse.
La cautelosa entrada de capitales extranjeros reduce la inversión de cartera en pesos, lo que obliga a las empresas y a los bancos a absorber más papel moneda local.
El consiguiente exceso de oferta de pesos que buscan dólares para importaciones y pagos externos ejerce presión a la baja sobre la moneda.
El petróleo sigue siendo un pilar fundamental de la economía colombiana, impulsando los ingresos fiscales, las divisas y la balanza comercial. A principios de 2025, Ecopetrol reportó menores ganancias y márgenes decrecientes debido a la baja de los precios mundiales del crudo en un contexto de incertidumbre geopolítica. [1]
Los resultados pusieron de manifiesto la estrecha dependencia del desempeño fiscal y exportador de Colombia con respecto a la dinámica de las materias primas. Cualquier caída sostenida en los precios del petróleo o interrupción en las exportaciones reduce rápidamente los ingresos de divisas y ejerce presión sobre el peso.
Datos recientes e impacto en el mercado
Aun con volúmenes de producción estables, la caída de los precios de referencia del Brent o el debilitamiento de los precios de exportación ejercen presión sobre la balanza de pagos. Por el contrario, cualquier repunte de los precios del petróleo tiende a fortalecer el peso al aliviar las necesidades de financiamiento externo y mejorar la confianza de los inversionistas.
A lo largo de 2025, la volatilidad provocada por los cambios en la política de la OPEP+, la demanda desigual de China y las tensiones geopolíticas más amplias generaron una presión recurrente sobre los ingresos por exportaciones de Colombia y la estabilidad de su moneda.
Como se mencionó anteriormente, el IPC general de Colombia se mantuvo elevado hasta mediados de 2025 y durante septiembre (≈5,18 % interanual), muy por encima del objetivo central del 3 %. Los componentes de la inflación subyacente se han mantenido resistentes, lo que mantuvo a BanRep cauteloso. [2]
La persistente brecha inflacionaria con respecto a los socios comerciales erosiona la rentabilidad real de los activos nacionales, merma el poder adquisitivo de los hogares, alimenta el descontento político y complica el camino hacia la flexibilización monetaria.
Reacción política
Para frenar la inflación, BanRep mantuvo la tasa de política monetaria sin cambios en el 9,25 por ciento a partir de octubre de 2025, un nivel restrictivo destinado a reducir la demanda y anclar los precios.
Si bien las tasas elevadas pueden atraer operaciones de carry trade y fortalecer temporalmente el peso, también aumentan los costos del servicio de la deuda, ralentizan el impulso económico y empeoran la dinámica fiscal si aumentan los gastos de endeudamiento público.
El resultado final es una disyuntiva política que a menudo deja la moneda volátil: proporciona apoyo a corto plazo, pero es vulnerable al lastre de un menor crecimiento y a la presión fiscal.
Las investigaciones y los comentarios del banco central indican que el déficit en cuenta corriente de Colombia se amplió en 2025, ya que la sólida demanda interna impulsó mayores importaciones, mientras que el crecimiento de las exportaciones se mantuvo moderado. Este desequilibrio estructural persiste, alimentando una demanda constante de dólares para las transacciones comerciales.
El análisis de BBVA destacó que el aumento de las importaciones ha ampliado aún más el déficit comercial este año. Cuando un país registra un déficit persistente en cuenta corriente, debe financiarlo mediante inversión extranjera directa, entradas de capital de cartera o la utilización de reservas.
Si esas fuentes de financiación se ralentizan, la moneda suele sufrir presión, ya que la disminución de las entradas de capital no logra compensar las necesidades de pago externas.
Flujos de cartera y apetito de riesgo
En 2025 se observó una mayor sensibilidad de los inversores internacionales tanto a las noticias geopolíticas como a las señales fiscales nacionales (cambios en el gabinete, luchas legislativas).
La aversión al riesgo en los mercados globales produce retiros rápidos de fondos de bonos y acciones de mercados emergentes; para Colombia, eso significa menos dólares ingresando a los mercados locales y mayor presión sobre el COP.
Los informes de Reuters y FT sobre la turbulencia política y la cautela de los inversores reflejan exactamente esta dinámica. [3]
En 2025, Colombia experimentó agitación política caracterizada por salidas de ministros, reformas controvertidas, huelgas y grandes protestas, lo que puso de relieve una fase de inestabilidad en la gobernanza.
Los acontecimientos de gran repercusión (por ejemplo, la suspensión de ciertos decretos, las disputas sobre reformas laborales, las manifestaciones masivas) generan incertidumbre en torno a la continuidad de las políticas.
Eso incrementa la prima de riesgo país para los inversores extranjeros y puede acelerar las salidas de capital o reducir las nuevas inversiones.
Elecciones a la vista.
Las elecciones colombianas de 2026 comenzaron a influir en las decisiones políticas de 2025 y en las expectativas de los inversores (calendarios legislativos y presidenciales, agendas de reforma).
Los ciclos electorales a menudo aumentan la incertidumbre en los mercados de divisas de mercados emergentes, ya que a los mercados no les gusta el riesgo de cambios en las políticas y pueden exigir una prima para mantener activos locales durante períodos políticos turbulentos.
Las remesas aumentaron considerablemente en 2025, convirtiéndose en una fuente clave de divisas como USDCOP para Colombia. El incremento sostenido de los flujos de entrada contribuyó a financiar parte del déficit externo del país, compensando parcialmente la debilidad de los ingresos por exportaciones y los flujos de cartera.
Los análisis de BBVA y BanRep destacan un notable aumento de las remesas en 2025 (con un crecimiento interanual superior al 14 % a mediados de ese año), lo que amortigua las necesidades de divisas y respalda la demanda de los hogares. Si bien son útiles, las remesas no sustituyen por completo el aumento de los ingresos por exportaciones ni la estabilidad de la inversión extranjera directa.

Los analistas prevén una depreciación gradual del peso que continuará hasta 2025. Posiblemente, el tipo de cambio USDCOP alcanzará los 4.100–4.150.
Se prevé que la inflación disminuya gradualmente hasta situarse en torno al 4,0-4,5% en 2026, lo que permitirá recortes medidos de los tipos de interés por parte del banco central, desde el 9,25% hasta aproximadamente el 8,0%.
Se prevé que el crecimiento económico se mantenga moderado en torno al 2,5% en 2025, lo que limitará el potencial de una rápida apreciación del peso sin reformas estructurales significativas.
La estabilidad sostenida del peso dependerá de profundos cambios estructurales que hagan hincapié en la disciplina fiscal, los esfuerzos anticorrupción, una mayor seguridad y una diversificación comercial más amplia.
Ampliar las exportaciones más allá del petróleo y mejorar el clima empresarial general será crucial para impulsar la confianza de la inversión extranjera y minimizar las fluctuaciones en la financiación externa.
Actualizaciones sobre petróleo y ecopetrol.
Anuncios y actas de BanRep
Reservas de divisas y flujos de intervención cambiaria de los bancos centrales
SOMO/ingresos de exportación y publicaciones de la balanza comercial
Operaciones de deuda y calendario fiscal
Titulares políticos y calendario electoral
Flujos de cartera y sentimiento de los mercados emergentes
La inflación se mantiene por encima del objetivo, persisten las preocupaciones fiscales y las presiones externas siguen afectando al peso, a pesar de los ocasionales signos de alivio.
Es improbable que Colombia experimente un rápido fortalecimiento sin reformas importantes, estabilidad política o un shock externo significativo que la favorezca.
No, las reservas eran de aproximadamente 65.800 millones de dólares en septiembre de 2025, y el gobierno está gestionando activamente los vencimientos (permutas de deuda).
Todavía no. BanRep mantuvo la tasa de política monetaria en el 9,25% en una votación dividida en septiembre/octubre de 2025 debido a que la inflación seguía siendo elevada.
En conclusión, la debilidad de peso colombiano a dólar (USDCOP) en 2025 se debe a una compleja interacción de factores. Si bien se prevé que la depreciación a corto plazo continúe, existe una vía hacia una recuperación gradual si Colombia emprende reformas económicas profundas y las condiciones globales se estabilizan.
Los inversionistas deben monitorear atentamente los datos de inflación, las medidas de los bancos centrales, las tendencias de los precios del petróleo y los acontecimientos políticos, ya que estos siguen siendo los principales factores que influyen en el futuro del peso.
Descargo de responsabilidad: Este material tiene fines meramente informativos y no pretende ser (ni debe considerarse como) asesoramiento financiero, de inversión o de otro tipo en el que deba depositarse confianza. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC ni del autor de que ninguna inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular sea adecuada para ninguna persona específica.
[2] https://www.reuters.com/business/energy/colombias-ecopetrol-posts-22-profit-drop-q1-2025-05-06/
[3] https://www.ft.com/content/28b9598b-74a2-4903-a726-25a70ca1e115