2025-10-07
El cambio de euro a dólar volvió a bajar este martes y completó su cuarta jornada consecutiva a la baja. El movimiento ha sido leve, pero constante, y refleja el momento delicado que atraviesa el euro frente al impulso del dólar estadounidense.
Durante la sesión, la cotización se mantiene alrededor de 1.1661 dólares por euro, un retroceso que, aunque pequeño, confirma una tendencia que se viene repitiendo desde finales de la semana pasada. Los traders hablan de un ajuste natural del mercado, pero también de una señal de que los inversionistas están optando por refugiarse en el dólar.
En los últimos días, el cambio de euro a dólar ha mostrado un goteo bajista que no pasa desapercibido. No son grandes movimientos, pero la continuidad de las bajas marca un cambio de ritmo.
El par EUR/USD ha oscilado entre 1.16 y 1.18 dólares por euro, sin sobresaltos, pero con el dólar ganando algo más de terreno. Detrás de esto hay una mezcla de factores: datos económicos sólidos en Estados Unidos, cierta inestabilidad política en Europa y expectativas sobre lo que harán los bancos centrales.
El dólar se beneficia del buen desempeño económico de EE. UU.
El euro pierde impulso por la incertidumbre política en Europa.
En resumen, los mercados parecen estar ajustando posiciones mientras esperan nuevas señales económicas.
Buena parte de la caída del cambio de euro a dólar tiene que ver con la fortaleza del billete verde.
Los últimos datos en Estados Unidos mostraron un mercado laboral sólido, inflación bajo control y consumo estable. Todo eso apuntala la idea de que la Reserva Federal no tiene prisa por bajar las tasas de interés.
Cada vez que la Fed se mantiene firme, el dólar se fortalece. Los inversionistas buscan rentabilidad y seguridad, y por ahora, el dólar ofrece ambas. El resultado: el euro pierde algo de terreno, aunque sin señales de una caída fuerte.
Del lado europeo, el panorama es más incierto.
El crecimiento económico sigue flojo y algunos países enfrentan tensiones políticas que no ayudan a generar confianza. Francia, por ejemplo, vive semanas complicadas tras la falta de acuerdos en su parlamento, lo que ha provocado algo de nerviosismo entre los mercados.
Además, el Banco Central Europeo (BCE) analiza la posibilidad de recortar tasas antes de fin de año para impulsar la economía. Pero esa medida, aunque podría ayudar al crecimiento, tiende a debilitar al euro frente al dólar, ya que reduce los rendimientos que los inversionistas obtienen en activos europeos.
En otras palabras, mientras el dólar avanza por la solidez de su economía, el euro se frena por las dudas internas del continente.
Los traders coinciden en que el descenso de estos días no es una sorpresa.
El cambio de euro a dólar venía de varias semanas de estabilidad, y muchos aprovecharon para tomar ganancias antes de que los bancos centrales hagan nuevos anuncios.
Este tipo de movimientos son normales: los inversionistas venden parte de sus posiciones para asegurar beneficios, lo que genera pequeñas correcciones en las cotizaciones. Por eso, más que una señal de alarma, lo que vemos es un ajuste temporal.
En los mercados internacionales, el cambio de euro a dólar ronda los 1.1661 USD por euro, con movimientos moderados durante la jornada.
En lo que va del mes, el euro acumula una baja cercana al 0.6 %, tras moverse durante semanas en un rango estable entre 1.166 y 1.187 dólares.
Los datos de inflación en la zona euro —que se mantienen cerca del 2.2 %— siguen siendo el punto clave que vigila el BCE, mientras intenta decidir si mantiene o modifica su política monetaria.
Aunque el descenso del cambio de euro a dólar puede parecer pequeño, tiene implicaciones reales.
Exportadores europeos: se benefician, ya que un euro más débil hace que sus productos sean más baratos en el exterior.
Importadores: pierden poder de compra, porque deben pagar más por insumos o materias primas en dólares.
Inversionistas: aprovechan la volatilidad moderada para operar a corto plazo o cubrir riesgos.
En el fondo, los efectos son mixtos, pero reflejan que los mercados están actuando con prudencia, más atentos a los datos que a los titulares.
Los expertos creen que el cambio de euro a dólar podría seguir cediendo ligeramente en los próximos días, aunque sin grandes sobresaltos. Todo dependerá de cómo se comporten los nuevos datos económicos.
Los factores más relevantes a seguir serán:
Inflación y empleo en EE. UU., que podrían reforzar la posición del dólar.
Decisiones del BCE, que definirán si el euro tiene margen para recuperarse.
Panorama político europeo, especialmente en Francia y Alemania.
Mercados energéticos, cuyos precios también impactan las expectativas económicas.
Por ahora, los analistas coinciden en que el euro se mantiene en terreno estable, aunque con cierta presión bajista.
El cambio de euro a dólar sigue siendo un termómetro del equilibrio económico mundial.
Mientras Estados Unidos avanza con solidez, Europa intenta encontrar su ritmo. Esa diferencia se nota en las divisas: el dólar gana por ahora, pero el mercado sigue abierto a cambios si la economía europea da señales de mejora.
En los próximos meses, todo dependerá de cómo actúen los bancos centrales. Si la Fed afloja su postura o el BCE logra estabilizar el crecimiento, el euro podría recuperar parte del terreno perdido.
El cambio de euro a dólar baja por cuarto día consecutivo, moviéndose cerca de 1.166 dólares por euro, en una racha que refleja la fortaleza del dólar y la cautela en Europa.
No hay señales de pánico ni de un cambio de tendencia profundo, solo un ajuste moderado en un mercado que responde al contexto actual: una economía estadounidense que sigue firme y una zona euro que todavía busca estabilidad.
Los próximos días serán clave para saber si el dólar mantiene el control o si el euro logra una pequeña recuperación. Por ahora, el mensaje del mercado es claro: prudencia y atención a los datos.
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