2025-09-18
El conocido índice de volatilidad (VIX, por sus siglas en inglés) ha experimentado una caída destacada en las últimas jornadas, reflejando un menor nerviosismo entre inversionistas y una percepción más calmada en los mercados financieros. Los datos más recientes muestran un descenso importante del índice de volatilidad, que brinda pistas sobre cómo se ha moderado el miedo en Wall Street tras períodos de incertidumbre.
Datos actuales: ¿cuánto bajó el índice de volatilidad?
Al cierre del 16 de septiembre de 2025, el índice de volatilidad se situaba en 16.36.
En la sesión siguiente (17 de septiembre), volvió a caer hasta aproximadamente 15.72, lo que representa una disminución de cerca del –3.9 % frente al día anterior.
En la sesión actual (18 de septiembre), volvió a caer hasta 14.79, una disminución de cerca del –10 % frente al día anterior.
A nivel anual, el índice de volatilidad ha caído también: comparado con hace un año, el valor actual supone una baja de alrededor del –10.7 %.
Estos datos indican que el índice de volatilidad ha descendido de manera significativa en corto plazo, lo cual puede interpretarse como un retorno a niveles más moderados de preocupación o incertidumbre en los mercados.
¿Por qué ha bajado el índice de volatilidad?
Varias razones están detrás de esta caída del índice de volatilidad, incluyendo factores macroeconómicos, expectativas sobre política monetaria, y mejoras en el sentimiento del mercado:
Decisiones de la Reserva Federal: Los inversionistas están descontando que los anuncios monetarios ya están casi incorporados en los precios, lo que reduce la incertidumbre.
Datos económicos que no sorprendieron hacia abajo: Informes de producción industrial, ventas al detalle, y otros indicadores recientes han sido relativamente estables o mejores de lo esperado, lo que contribuye a moderar el riesgo implícito.
Relativa calma geopolítica en comparación con momentos recientes de tensión global, aunque esto no elimina riesgos latentes.
Menor actividad especulativa ante la volatilidad: hay indicios de que los operadores de opciones han bajado exposición a primas elevadas, lo que reduce la demanda de cobertura contra grandes fluctuaciones, y con ello, el índice de volatilidad cae.
Implicaciones para los mercados
La caída del índice de volatilidad tiene efectos visibles y potencialmente duraderos:
Mayor apetito por acciones: Menos volatilidad esperada suele traducirse en un mejor ambiente para activos de riesgo, como acciones de crecimiento, dado que bajan los costos de cobertura.
Reducción en primas de opciones: Los contratos de opciones ya no están recogiendo tanta tensión, lo que puede hacer que las estrategias basadas en volatilidad sean menos lucrativas temporalmente.
Mayor complacencia de inversores: Cuando el índice de volatilidad está bajo, se advierte que puede aumentar el riesgo de sorpresas si aparece un evento inesperado (geopolítico, económico, etc.).
Potencial presión al alza en instrumentos defensivos: Mientras la volatilidad baja, puede haber menor demanda por activos refugio, pero si la caída se percibe como excesiva, puede generarse un rebote rápido del miedo.
Comparativa histórica: ¿estamos en terreno cómodo?
Para ponerlo en contexto:
Período | Valor aproximado del índice de volatilidad | Comentario |
---|---|---|
Día anterior | ~ 15.72 | Un nivel moderado, aún por encima de mínimos recientes. |
Hace un año | ~ 17.61 | Bajó ~10.7 % comparado con este valor. |
Mínimos recientes | ~ 14.70-15.00 | Niveles de calma relativa, aunque no extremos bajos en perspectiva histórica. |
Estos valores apuntan a que aunque la volatilidad ha llegado a niveles más bajos, no estamos en niveles ultra bajos históricos como los vistos en momentos muy específicos de estabilidad prolongada. El índice de volatilidad aún tiene margen para caer si la confianza se fortalece, pero también puede revertir rápidamente si aparecen noticias inesperadas.
Riesgos latentes a vigilar
Aunque el descenso del índice de volatilidad parece apuntar a una fase más tranquila, ciertos factores podrían alterar esta tendencia:
Nuevos choques geopolíticos o conflictos internacionales.
Sorpresas negativas en datos económicos clave, especialmente inflación o empleo.
Cambios bruscos en la política monetaria de la Reserva Federal u otros bancos centrales que no hayan sido anticipados.
Complacencia excesiva en los mercados que lleve a subestimar riesgos sistémicos.
Conclusión
La caída del índice de volatilidad a ~ 14.79 con una disminución anual de más del 10 %, sugiere que los mercados están respirando algo más tranquilos tras un período con niveles más altos de incertidumbre. Para muchos inversores, esto puede verse como una señal de que la tensión implícita en precios de opciones está bajando, lo que suaviza el panorama a corto plazo. Sin embargo, hay que seguir atentos: un índice de volatilidad bajando demasiado rápido puede preludiar fuertes reacciones en caso de sorpresas desagradables.
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