Publicado el: 2025-11-28
Las acciones de Wall Street entran en la recta final del año con una mezcla peculiar de sensaciones: un mercado que intenta levantarse después de semanas turbulentas, datos que dan un respiro al ánimo inversor y, al mismo tiempo, una tensión latente que recuerda que cualquier titular puede cambiar el rumbo del día. El 2025 ha sido un año de picos, caídas, correcciones inesperadas y momentos de euforia que duraron menos de lo que muchos habrían querido.
En los últimos días, el comportamiento de las acciones de Wall Street ha sido un fiel reflejo del humor del mercado: momentos de optimismo impulsados por la expectativa de un recorte en las tasas de interés, seguidos por pausas cautelosas cuando los inversores vuelven a preguntarse si realmente la Reserva Federal está lista para aflojar.
El S&P 500 y el Nasdaq han firmado subidas que despertaron algo de esperanza, sobre todo luego de ciertas jornadas impulsadas por las grandes tecnológicas. Sin embargo, esas mismas empresas han protagonizado retrocesos repentinos cuando los rumores sobre valoraciones exageradas o competencia en el sector de IA vuelven a tomar fuerza.
En otras palabras: Wall Street avanza, pero mira atrás cada dos pasos.
Varios factores se han convertido en la brújula —o tormenta— del mercado:
Las expectativas sobre las tasas de interés pesan más que prácticamente cualquier noticia. Cuando circula la idea de que habrá un recorte, las acciones respiran; cuando surgen dudas, regresan las ventas. El mercado vive pendiente de cada comentario, cada discurso y cada cifra económica que pueda cambiar el panorama.
El boom de la inteligencia artificial ha sido uno de los motores más poderosos del año, pero también uno de los motivos de mayor nerviosismo. Nvidia, Alphabet, Microsoft o Amazon concentran tal nivel de influencia que cualquier noticia negativa del sector es capaz de arrastrar a los índices completos.
El mercado está enamorado de la IA... pero también teme que esté pagando demasiado por ella.
En medio de la tensión tecnológica, sectores como consumo, salud y servicios han empezado a mostrar señales de vida. Si la volatilidad aumenta y los gigantes tech pierden fuerza, estos sectores podrían convertirse en refugio natural para los inversionistas que buscan estabilidad.
Un dato económico que sorprende, una noticia geopolítica, un movimiento corporativo inesperado… cualquier elemento puede modificar la dirección del día. Por eso, más que tendencia, 2025 ha sido un año de trayectos zigzagueantes.
Para tener una radiografía más clara del panorama, vale la pena revisar lo que se espera para algunas de las compañías más influyentes del mercado para el cierre de 2025.

El gran protagonista del año. A pesar de ciertos tropiezos, sigue siendo el símbolo del boom de IA.
Si la demanda de chips continúa, podría impulsar otro tramo alcista.
Pero su elevado precio la deja vulnerable a correcciones bruscas.
Nvidia podría cerrar el año fuerte... o dejar un hueco peligroso si el entusiasmo se enfría.

Más estable, menos volátil, pero todavía con gasolina para seguir creciendo.
Sus negocios en nube y publicidad apuntan a un final de año sólido.
Es una opción de equilibrio para quienes quieren exposición tecnológica sin excesos.

El gigante tranquilo del mercado.
Su liderazgo en software empresarial y su avance en IA la mantienen como una apuesta confiable.
No será la estrella más brillante del rally, pero difícilmente será la más golpeada si hay turbulencia.

Ha navegado bien el año gracias a su músculo logístico y el crecimiento continuo de AWS.
Podría brillar en la temporada navideña si el consumo mantiene ritmo.
Es una acción que combina crecimiento, resistencia y un perfil menos explosivo que las apuestas puramente tecnológicas.

| Compañía | Qué la hace interesante / por qué sorprende |
|---|---|
| Sandisk (SNDK) | Sandisk fue recientemente añadida al S&P 500 tras su spin-off de Western Digital. Este año la acción se disparó —según reportes, subió alrededor de 500 % en 2025— impulsada por la demanda de chips y memoria vinculados al auge de la IA. |
| Solstice Advanced Materials (SOLS) | Esta empresa nació en 2025 tras escindirse de una unidad especializada de un conglomerado, y ya debutó como componente del S&P 500. Su negocio en materiales especializados —para refrigerantes, componentes electrónicos, agricultura de precisión, entre otros— la posiciona como apuesta “industrial/tecnológica”. |
| DoorDash (DASH) | El servicio de delivery fue uno de los nombres que se sumaron al índice en un rebalance reciente. Es llamativo por su perfil de consumo y crecimiento —sectores sensibles a macro cambios, pero con potencial si el consumo y demanda de delivery se mantienen. |
| Emcor Group (EME) | Recientemente incorporada al S&P 500, su historia reciente la muestra como una acción con subidas fuertes: algunos analistas la mencionan como candidata a crecimiento si la demanda en infraestructura / servicios se mantiene. |
| AppLovin (APP) | Esta compañía de tecnología publicitaria/acceso móvil también fue añadida este año al índice. Su inclusión demuestra que no solo las grandes tecnológicas tradicionales pueden dar sorpresas: APP representa el segmento de publicidad digital y apps, con un perfil más volátil pero con posibilidades de upside. |
Que una empresa entre al S&P 500 suele generar un impulso inmediato — muchos fondos que replican el índice deben comprar la acción, lo que aumenta la demanda. Eso puede beneficiar su cotización al corto plazo.
Pero muchas de estas empresas son jóvenes, de perfil más volátil o en sectores sensibles (tecnología, consumo, infraestructura), por lo que el riesgo es mayor: si el contexto macro se complica, pueden sufrir más que valores maduros.
Su performance dependerá de cómo evolucione la economía global, la demanda en sus sectores (chips, consumo, infraestructura, tecnología), y su capacidad de entregar resultados concretos, no solo expectativas.
Aquí una lectura clara, sencilla y honesta basada en el comportamiento reciente:
Si la Fed confirma un recorte de tasas y no aparecen sorpresas negativas, el mercado podría cerrar con un balance verde moderado. No sería un rally memorable, pero sí un cierre digno después de un año complicado.
Las tecnológicas, y en particular las compañías ligadas a IA, podrían tener un rol decisivo. Si entregan buenos resultados, podrían jalar a todo el mercado. Si fallan, Wall Street podría resentirse con fuerza.
Empresas más estables, con modelos sólidos y menos dependientes de la euforia tecnológica, podrían ser las que den estabilidad al cierre del año.
Es casi un hecho que diciembre será un mes movido. Con decisiones importantes por parte de la Fed, datos económicos clave y operaciones de cierre de portafolios, las fluctuaciones serán parte del paisaje.
Las acciones de Wall Street terminan 2025 en un punto delicado pero esperanzador. Hay señales de recuperación, pero también factores que pueden frenar el avance. Si algo ha enseñado este año es que los mercados están viviendo una etapa donde la tecnología manda, pero no domina por completo.
El cierre de 2025 podría ser positivo, pero sin euforias. Un final estable, con algunos sobresaltos y con una historia muy clara: la IA empujó, las tasas condicionaron y el mercado, como siempre, terminó sorprendiendo a todos.
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