Publicado el: 2025-12-09
En la era de la globalización financiera, las fronteras ya no representan un obstáculo insuperable para que los inversionistas mexicanos accedan a los mercados más grandes y líquidos del mundo, entre los cuales destaca el mercado bursátil estadounidense. El mercado de acciones de Estados Unidos ofrece oportunidades de crecimiento que complementan perfectamente las carteras conformadas con activos locales.
Sin embargo, operar desde México implica conocer regulaciones específicas, plataformas adecuadas, impuestos transfronterizos y riesgos inherentes que distinguen esta actividad de la inversión en el mercado mexicano (BMV).

El mercado bursátil estadounidense, compuesto por la New York Stock Exchange (NYSE) ,NASDAQ, etc. Es el más grande del mundo en términos de capitalización de mercado y liquidez, lo que significa que los inversionistas pueden comprar y vender acciones de manera rápida sin afectar significativamente los precios.
Para los mexicanos, acceder a este mercado no es solo una oportunidad de diversificación, sino también de exponerse a sectores y empresas que tienen un impacto global y un historial de rentabilidad consistente a largo plazo.
Con el desarrollo de la tecnología fintech, la aparición de brókers bursátiles regulados con servicios transfronterizos y la simplificación de los trámites de cambio de divisas han democratizado el acceso. Hoy en día, incluso un inversionista individual con recursos moderados puede comprar acciones de una empresa estadounidense desde la comodidad de su hogar, siempre y cuando cumpla con los requisitos legales y regulatorios de ambos países.
No obstante, la facilidad de acceso no elimina la necesidad de información. Las diferencias en regulaciones entre la SEC de EE.UU. y la CNBV de México, los impuestos sobre ganancias capitales en ambos territorios, el riesgo de cambio y la volatilidad del mercado estadounidense exigen que los inversionistas se preparen adecuadamente antes de tomar decisiones.

Antes de iniciar cualquier operación, es fundamental analizar los factores que definen la viabilidad y el riesgo de invertir en acciones estadounidenses desde México. Estos factores abarcan desde regulaciones legales hasta aspectos económicos y técnicos que influyen directamente en el rendimiento de la inversión.
La operación de acciones estadounidenses desde México está regida por dos marcos normativos: SEC de Estados Unidos y CNBV de México. Ambos organismos buscan proteger a los inversionistas y garantizar la transparencia del mercado, por lo que es imprescindible cumplir con sus requisitos para evitar sanciones o pérdidas por incumplimiento.
En Estados Unidos, la SEC exige que cualquier persona que opera en su mercado bursátil, incluso extranjeras haga uso de brókers bursátiles registrados ante la entidad. Esto significa que como en cualquier mercado de valores organizado, el acceso a la NYSE o Nasdaq requiere un bróker registrado en la SEC, lo que se aplica tanto a inversores locales como extranjeros.
En México, la CNBV exige autorización a las casas de bolsa locales que ofrecen servicios de inversión en mercados extranjeros. Las operaciones de cambio de divisas realizadas a través de instituciones financieras autorizadas están sujetas a reporte automático ante el Banco de México cuando superan ciertos umbrales.
Otro aspecto clave es la documentación requerida. Los inversionistas mexicanos deben presentar su CURP, RFC, identificación oficial para demostrar que cumplen con sus obligaciones tributarias en México.
La elección del corredor o plataforma de inversión es uno de los decisiones más cruciales para operar acciones estadounidenses desde México. Existen dos tipos principales de intermediarios:
Brókers mexicanos con servicios internacionales, autorizados por la CNBV ofrecen la ventaja de operar en español, contar con atención al cliente en horario local y facilitar la conversión de pesos a dólares dentro de su plataforma. Además, su regulación local brinda mayor confianza a los inversionistas que prefieren trabajar con entidades conocidas.
Brókers estadounidenses, regulados por la SEC y supervisados por FINRA, que ofrecen una amplia gama de acciones, herramientas de análisis avanzadas y acceso a otros instrumentos financieros. Muchos de estos corredores han adaptado sus plataformas al español y aceptan inversionistas mexicanos, siempre que presenten la documentación requerida.
Recuerda que, antes de abrir una cuenta, debes verificar que el bróker esté debidamente autorizado en su país de origen.
Los impuestos representan uno de los aspectos más complejos al invertir en acciones estadounidenses desde México, ya que las operaciones pueden tener consecuencias fiscales tanto en Estados Unidos como en México. Afortunadamente, el Tratado para Evitar la Doble Tributación (TED) entre ambos países establece reglas que evitan que los mismos ingresos sean gravados dos veces.
En Estados Unidos, las ganancias por la venta de acciones no están sujetas a impuestos ni retenciones para inversionistas no residentes. Sin embargo, los dividendos sí están sujetos a una retención en la fuente, que normalmente es del 30%, pero se reduce al 15% gracias al TED, siempre que el inversionista presente el formulario W-8BEN ante su bróker.
En México, tanto las ganancias por enajenación de acciones extranjeras como los dividendos recibidos deben declararse ante el SAT como parte del régimen de rentas de capital. Las ganancias por venta están gravadas con una tasa del 10%, aplicable únicamente sobre el monto que exceda el umbral anual de exención. Los dividendos también se gravan al 10%, pero se puede acreditar total o parcialmente la retención pagada en EE.UU. para evitar la doble tributación.
Es fundamental mantener un registro detallado de todas las operaciones, incluyendo fechas, precios, comisiones, tipos de cambio y dividendos para cumplir correctamente con la declaración anual ante el SAT y, en su caso, con las obligaciones informativas por tener activos en el extranjero.
Operar acciones estadounidenses desde México implica riesgos que van más allá de los propios del mercado bursátil. Es crucial identificar estos riesgos y adoptar medidas para mitigarlos:
Riesgo de cambio: La mayoría de las operaciones se realizan en dólares estadounidenses, por lo que el inversionista está expuesto a fluctuaciones en el tipo de cambio MXN USD.
Riesgo de mercado: El mercado estadounidense es volátil, y factores como la política económica, crisis financieras, conflictos internacionales o resultados empresariales negativos pueden hacer que los precios de las acciones fluctúen bruscamente.
Riesgo de intermediario: Si el bróker elegido no está regulado o tiene problemas financieros, el inversionista corre el riesgo de perder sus fondos. Por eso, es fundamental elegir intermediarios con una sólida reputación.
Sí, cualquier inversionista mexicano puede comprar acciones en mercados como la NYSE o NASDAQ a través de brókers autorizados, ya sea mexicanos con servicios internacionales o brókers extranjeros regulados (como los registrados ante la SEC y FINRA en EE.UU.). Solo necesitas cumplir con los requisitos de identificación, documentación fiscal y normativa cambiaria.
No por las ganancias de capital (es decir, por vender acciones con utilidad). EE.UU. no grava las plusvalías de inversionistas no residentes. Sin embargo, sí retiene impuestos sobre los dividendos, normalmente al 30%, pero esta tasa se reduce al 15% si presentas el formulario W-8BEN gracias al tratado fiscal México–EE.UU.
Sí. Tanto las ganancias por venta de acciones extranjeras como los dividendos recibidos deben incluirse en tu declaración anual del ISR bajo el régimen de rentas de capital. Las ganancias están gravadas al 10%, pero solo sobre el monto que exceda el umbral anual de exención (~$194.000 MXN en 2025). Además, debes conservar un registro detallado de todas tus operaciones.
Sí, siempre que el bróker esté registrado ante la SEC y sea miembro de FINRA (puedes verificarlo en BrokerCheck). Estos brókers ofrecen protección de fondos mediante el seguro SIPC y muchos aceptan clientes mexicanos, ofrecen plataforma en español y permiten abrir cuenta con documentación local (RFC, CURP, identificación oficial).
Operar acciones de Estados Unidos desde México ya no es una exclusiva de inversionistas institucionales o personas con altos patrimonios. La tecnología fintech y la simplificación de los trámites han hecho que este mercado sea accesible para inversionistas individuales, quienes pueden beneficiarse de su liquidez, oferta de empresas de calidad y oportunidades de crecimiento.
El éxito en esta actividad depende de la preparación previa: conocer las regulaciones de ambos países, elegir un corredor autorizado, cumplir con las obligaciones tributarias, diversificar la cartera y mantenerse informado sobre los factores que influyen en el mercado.
Aviso legal: Este material es solo para fines informativos generales y no pretende ser (ni debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión ni de ningún otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor sobre la idoneidad de una inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular para una persona específica.