Publicado el: 2025-12-08
La la Fed vuelve a estar en el centro de todas las miradas. En las últimas horas, Morgan Stanley sorprendió a los mercados al cambiar su previsión: ahora espera que la Fed recorte las tasas de interés en 25 puntos básicos en diciembre, cuando antes pensaba que no habría movimiento. El giro no es menor y ya está moviendo las expectativas de inversores, analistas y empresas en todo el mundo.
Pero lo más llamativo no es solo ese posible recorte. Según el mismo informe, la Fed podría repetir la jugada en enero y abril de 2026, buscando llevar la tasa objetivo a un rango de 3.0%–3.25%. En pocas palabras: el panorama ahora se ve mucho más "dovish" de lo que se pensaba hace apenas unas semanas.

Hasta hace poco, el consenso era claro: la Fed mantendría las tasas sin cambios por más tiempo. La inflación había cedido, sí, pero todavía no lo suficiente como para justificar recortes rápidos.
Sin embargo, los últimos datos económicos empezaron a contar otra historia. El mercado laboral muestra señales de enfriamiento, el consumo se está moderando y algunos indicadores de crecimiento apuntan a una desaceleración más evidente. Todo eso llevó a Morgan Stanley a ajustar su apuesta y poner sobre la mesa un escenario de recortes por parte de la Fed.
Y cuando un banco de ese tamaño cambia de opinión, el mercado escucha.
El primer movimiento esperado sería en diciembre: un recorte de 25 puntos básicos. Aunque suena pequeño, el efecto simbólico es enorme. Un recorte por parte de la Fed marcaría oficialmente el inicio de un nuevo ciclo de política monetaria.
Después de años de subidas agresivas para controlar la inflación, un recorte sería una señal de que la Fed considera que lo peor ya pasó y que ahora el foco está en cuidar el crecimiento económico.
La clave, eso sí, estará en el mensaje. A veces, lo que dice la Fed en su comunicado pesa tanto como la decisión misma.
La previsión no se queda en diciembre. Según Morgan Stanley, la Fed también podría recortar tasas en:
Enero de 2026
Abril de 2026
Si este escenario se cumple, la tasa terminal se ubicaría entre 3.0% y 3.25%, un nivel mucho más cómodo para empresas, consumidores e incluso mercados emergentes.
Este tipo de proyecciones no garantizan nada, pero sí marcan la hoja de ruta con la que muchos fondos de inversión están ajustando sus estrategias desde ahora.
Con solo el cambio de previsión, los mercados ya empezaron a moverse. Las bolsas mostraron más optimismo, los rendimientos de los bonos ajustaron sus expectativas y el dólar perdió algo de fuerza frente a otras divisas.
Todo esto ocurre simplemente por el "factor Fed". Cuando las expectativas sobre la Fed cambian, prácticamente todos los mercados del mundo sienten el impacto.
Eso sí, no todo es euforia. También hay cautela. Algunos inversores se preguntan si no es demasiado pronto para celebrar.
Un detalle importante es que dentro de la Fed no hay una sola voz. Existen posturas divididas. Algunos miembros creen que un recorte en diciembre es razonable. Otros piensan que sería mejor esperar más datos antes de tomar una decisión tan delicada.
Esta división interna añade un ingrediente extra de incertidumbre. El mercado no solo espera la decisión de la Fed, sino también entender qué tan unida está la institución en su visión del futuro.

Si la Fed comienza a recortar tasas, los efectos no se quedarían solo en Wall Street.
Para la gente común y las empresas, esto podría traducirse en:
Créditos más baratos para consumo y negocios
Hipotecas con tasas más atractivas
Mayor facilidad para que las empresas inviertan y contraten
En otras palabras, una la Fed más flexible suele significar mayor oxígeno para la economía. Pero ese equilibrio es delicado: si se recorta demasiado rápido, la inflación podría volver.
Aunque el mercado está empezando a ver este escenario con optimismo, los riesgos siguen ahí. La inflación en servicios, los salarios y los problemas geopolíticos continúan siendo amenazas latentes.
La Fed sabe que un error de cálculo puede costar caro. Por eso, aunque Morgan Stanley proyecta recortes claros, la decisión final dependerá totalmente de los próximos datos económicos.
Todo apunta a que los próximos meses serán decisivos para la Fed. Las fechas que el mercado ya marcó en rojo son:
Reunión de diciembre
Primera reunión de 2026 en enero
Encuentro de política monetaria en abril
Cada una de ellas podría definir el rumbo de la política monetaria en los próximos años. Y, como siempre, la Fed estará en el centro de la conversación.
El giro en las previsiones de Morgan Stanley ha cambiado el ambiente. Hoy el mercado ve a la Fed con otros ojos: más abierta a recortes, más sensible al enfriamiento económico y más dispuesta a ajustar su rumbo.
Si se concreta el recorte de diciembre, estaremos ante el primer gran paso hacia un ciclo más suave. Pero, como siempre, todo dependerá de los datos, de la inflación y del delicado equilibrio que la Fed intenta mantener.
Por ahora, una cosa es clara: cada palabra y cada movimiento de la Fed seguirá moviendo a los mercados... y a la economía global.
Aviso legal: Este material tiene fines meramente informativos y no pretende ser (ni debe considerarse) asesoramiento financiero, de inversión ni de ningún otro tipo en el que se deba confiar. Ninguna opinión expresada en este material constituye una recomendación por parte de EBC o del autor sobre la idoneidad de una inversión, valor, transacción o estrategia de inversión en particular para una persona específica.